viernes, 26 de septiembre de 2008

ÉMILE DURKHEIM (1858-1917)


Durkheim se caracterizó por ser políticamente liberal, pero intelectualmente conservador. Dedicó gran parte de su estudio al desorden social, afirmando que estos podían solucionarse por medio de la implementación de reformas sociales.

En su escrito Las reglas del método sociológico, Durkheim analizó los hechos sociales, a los que definió como fuerzas y estructuras externas al individuo y coercitivas de este. Luego, en El suicidio, analizó si a éste hecho podía hallársele causa en la sociedad; argumentó que la naturaleza de los cambios de los hechos sociales explicaban las diferencias entre las tasa de suicidio. En Las reglas del método sociológico diferenció dos tipos de hechos sociales: los materiales (burocracia y el derecho) y los no materiales (la cultura y las instituciones materiales). En La división del trabajo concluyó que las sociedades primitivas mantenían un fuerte lazo gracias a los hechos no materiales, específicamente, una conciencia colectiva; en las sociedades modernas dicha conciencia no tenía tal importancia, el lazo que los mantenía en asociación era la división del trabajo. Por tanto sugirió el fortalecimiento de la moral común en las sociedades modernas, para organizar la sociedad por reformas, pues las revoluciones alterarían aún más el deteriorado orden social.

En su última obra Las formas elementales de la vida religiosa, analizó estrictamente la religión, concluyendo que la fuente y creadora de la religión era la sociedad misma. La sociedad y la religión eran dos fenómenos distintos, pues la primera le proporcionaba razón de ser a la segunda. Por tal descubrimiento, Durkheim decidió deificar la sociedad, como principal ente, originario de todo. Tomó la posición de reformador social dedicado a buscar la manera de mejorar la organización y funcionamiento de la sociedad.

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